Las infecciones del trato urinario (ITU) representan una de las alteraciones más frecuentes en la población, especialmente en las mujeres.

¿Qué es la cistitis?

Es la infección urinaria más frecuente. Es causada por una colonización bacteriana (Escherichia coli) principalmente en la vejiga, provocando malestar, micción frecuente y dolorosa.

Entre los factores de riesgo, es conocido que existen predisponentes como humedad, uso de ropa ajustada, mala hidratación, cambios hormonales, cambios pH, uso de determinados anticonceptivos, etc. Otra causa que se ha estudiado en profundidad en los últimos años como raíz del problema es el estado de salud global de cada individuo y la influencia de la microbiota intestinal.

Los hábitos y el estilo de vida juegan también un papel importante en nuestro estado de salud y nuestra respuesta inmunitaria. Existen ciertos patrones que suelen estar presentes en pacientes con infecciones de repetición. Una alimentación muy ácida, rica en azúcares e hidratos de carbono refinados, pobre en verduras y frutas predispone el organismo a una glucemia elevada, aumento de permeabilidad, disbiosis e inflamación.

Nuestra flora intestinal representa el principal reservorio de bacterias de nuestro organismo, el equilibro entre todas ellas (eubiosis) favorece nuestro estado de salud global, así como, por el contrario, la presencia de disbiosis se ha asociado con una menor respuesta inmunitaria y mayor inflamación.

Tratamiento convencional:

Al tratarse de una infección bacteriana, el tratamiento de primera línea suele ser una ronda de antibióticos, la cual normalmente alivia la sintomatología del paciente de manera rápida. El problema surge cuando el alivio de los síntomas se convierte en algo temporal y aparecen las recidivas y con ellos el aumento en la frustración y malestar.

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¿Qué podemos hacer ante un caso de cistitis recidivante?

La toma de antibióticos de manera reiterada lejos de solucionar el problema puede llegar a agravarlo, alterando nuestra flora intestinal, aumentando la disbiosis y aumentando el riesgo de desarrollar efectos secundarios como la presencia de cándidas de repetición.

Desde un abordaje integrativo podemos abordar el problema con tratamiento fitoterapeutico, probiótico-prebiótico y dietético.

Como primera medida, poner el foco en la flora intestinal, nos puede ayudar desde una visión más amplia a “atacar” la raíz del problema. El uso de determinados probióticos específicos (Lactobacillus gasseri, Lactobacillus fermentum, Bifidobacterium bifidum…) de una dieta antiinflamatoria personalizada puede prevenir un empeoramiento de la disbiosis, reestablecer la permeabilidad intestinal, favoreciendo así la recuperación del eje urinario-intestino.

  • Algunos de los probióticos que más utilizamos en consulta son:

(siempre bajo consejo profesional)

Otras medidas a tener en cuenta

Una buena higiene íntima es esencial para la mejora de los síntomas y para cuidar nuestra flora vaginal. El Essential aroms’ gel intim es un gel de higiene íntima sin sulfatos ni detergentes formulado con aguas florales, aloe vera y aceites esenciales que nos ayuda a mantener un pH optimo, previniendo la aparición de infecciones.

Aliviar los síntomas: Las cistitis pueden llegar a ser muy incomodas y alterar nuestra rutina diaria. Existen ciertos suplementos fitoterapeuticos que nos pueden ayudar tanto con el alivio de los síntomas como con la prevención. Entre los más estudiados: arándano rojo, hibiscus, gayuba y la vara de oro. Siempre acompañado de una buena hidratación.

Un buen ejemplo sería el nuevo producto de laboratorio Vogel: Cistoforce

Cistoforce es una combinación de extracto fresco de planta de gayuba y echinácea, que actúan en sinergia consiguiendo un efecto diurético, antiséptico urinario y antiinfeccioso.

Alimentación: Restaurar unos hábitos alimenticios saludables, personalizados y equilibrados nos ayudará a potenciar nuestras defensas y a cuidar nuestra flora. Aumentar el consumo de frutas, verduras, proteínas de alto valor biológico, hidratos de carbono de asimilación lenta (además del consumo de almidón resistente) y grasas de buena calidad (mono y poliinsaturadas) ayudara a tu organismo a recuperar el equilibrio.

Si necesitas ayuda, en Sanudiet estaremos encantadas de ayudarte desde un abordaje integrativo y personalizado a recuperar tu bienestar.

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Post escrito por nuestra dietista Teresa Juanes.