Durante las últimas décadas, la microbiota ha ido ganando popularidad. A nivel científico los estudios se han multiplicado y cada vez conocemos más acerca de esos “bichitos” que viven en nuestro organismo.

  • Entonces, ¿qué es la microbiota?

Según la Sociedad Europea de Neurogastroenterología y Motilidad (ESNM) se trata del “conjunto de microorganismos (bacterias, arqueas, eucariotas y virus) presentes en un entorno definido”. En concreto la microbiota intestinal se denomina a la presente en este órgano del aparato digestivo y es la más abundante en nuestro organismo (alrededor de 100 billones de microorganismos).

Pese a las características comunes entre la microbiota de cada uno de nosotros, hoy en día podemos afirmar la grandísima variabilidad y desde luego que no hay “2 microbiotas iguales”. Es por ello tan importante, conocer los efectos y la relación que puede tener esa variabilidad con nuestro estado de salud, así como los mecanismos por lo que esta microbiota se puede ver modificada a lo largo de nuestra vida.

Actualmente, hemos llegado a conocer la repercusión que tienen sobre ella determinados comportamientos, conductas, hábitos…, como, por ejemplo:

– Alimentación

– Fármacos

– Estrés

– Genética

– Lactancia materna o artificial

– Parto natural o cesárea

– Edad

– Hábitos tóxicos (tabaco, alcohol, drogas)

– Ejercicio físico

La investigación en estos ámbitos es imprescindible para conocer con mayor exactitud como afectan a nuestra microbiota y las medidas preventivas que podemos tomar para revertir sus efectos perjudiciales.

  • ¿Por qué es importante tener una microbiota sana?

Hoy en día seguramente, nos queda mucho más por conocer de lo que sabemos sobre ella. No obstante, podemos afirmar, con un grado alto de evidencia que una microbiota sana (con unas características determinadas) tiene efectos beneficiosos para nuestra salud, así como para la prevención y pronóstico de muchas patologías.

[Por el contrario, la presencia de disbiosis o “desequilibrio” en la microbiota, se ha relacionado con un patrón inflamatorio, con la presencia de inflamación crónica, trastornos digestivos, mayor presencia de infecciones, mayor predisposición a enfermedades crónicas no transmisibles y peor pronóstico en varias patologías]

  • ¿Cómo podemos conocer nuestra microbiota? y ¿qué entendemos por microbiota “sana”?

Nuestra microbiota está compuesta por un conjunto de subespecies y microorganismos que conviven en equilibrio entre ellos.

Podemos diferenciar algunos grandes grupos que debido a sus efectos clasificaríamos como:

– Bacterias protectoras: Bacteroides spp, Bifidobacterium spp, Lactobacillus spp, Lactobacillus H2O2

Es importante tenerlas en niveles óptimos ya que se encargan de proteger y estabilizar el medio intestinal; fortaleciendo y reparando las uniones entre las células intestinales.

– Bacterias inmunomoduladora: E. coli, Enterococcus spp

Participan en la respuesta inmunitaria.

Fenómenos de tolerancia inmunológica: participan en la detección de compuestos potencialmente antigénicos, favoreciendo o evitando reacciones inmunitarias específicas.

– Bacterias muconutritiva: Faecalibacterium prausnitzii, Akkermansia muciniphila

Entre la pared y luz intestinales existe una capa de mucus con una función principalmente protectora y estabilizadora del medio interno. Allí se encuentran la mayoría de bacterias.

Las bacterias muconutritivas se encargan del mantenimiento y renovación de la capa del mucus, aportando energía extra a las células de la pared intestinal. Faecalibacterium es el principal productor de butirato (imprescindible por su papel antiinflamatorio y energético).

Se ha observado su disminución en pacientes con inflamación crónica, diabetes tipo 2, obesidad, síndrome metabólico, alta grasa visceral, fibromialgia, etc.

– Bacterias proteolíticas: E. coli biovare, Proteus spp, Pseudomonas spp, Clostridium spp

Participan en la digestión de las proteínas y son necesarias ya que contribuyen a que obtengamos todos los aminoácidos esenciales a través de la alimentación.

Cuando existe un exceso de este tipo de bacterias, se producen ciertos metabolitos como aminas biógenas, amoniaco… que pueden tener un efecto perjudicial para el medio intestinal y para nuestra salud, favoreciendo la permeabilidad intestinal y la inflamación.

– Hongos y levaduras: Candida albicans, Aspergillus, Penicilum…

Pueden ser inocuos o si existe un sobrecrecimiento participan aumentando inflamación y sintomatología (picores, irritación, fatiga, distensión abdominal, dolores musculoarticulares… típicos por ejemplo en presencia de candidiasis).

Otros datos a tener en cuenta (analizados en el test de microbiota):

– Número total de bacterias

– pH de las heces

– Marcadores de permeabilidad intestinal e inflamación

– Tolerancia a azúcares fermentables

[Un correcto equilibrio tanto en calidad como en cantidad entre todas ellas favorece nuestro estado de salud global]

El estudio de microbiota intestinal nos “acerca” a los profesionales a la hora de establecer un diagnóstico lo más correcto y efectivo posible en base a la microbiota (cualitativa y cuantitativamente) y nos permite sacar conclusiones más fiables para ayudar al paciente a mejorar su sintomatología y calidad de vida.

Síntomas/patologías a tener en cuenta a la hora de plantearte hacer un test de microbiota:

– Gases/distensión abdominal

– Diarrea/Estreñimiento

– Síndrome intestino irritable

– Infecciones recurrentes

– Fatiga crónica

– Obesidad

– Patologías autoinmunes

– Fibromialgia/Autismo

– Ejercicio físico intenso

– Abuso de fármacos

En Sanudiet contamos con el servicio de test de microbiota intestinal del Instituto de Microecología de Cataluña https://microecologia.es/.

  • ¿Cómo funciona?

Se realiza a través de una muestra de heces, que se envía a analizar y al cabo de 3-4 semanas obtendríamos el resultado del análisis personalizado, que será explicado en consulta y siempre se acompañará de un acompañamiento nutricional de cada paciente.

Para más información podéis contactar con nosotras a través del correo sanudiet@farmabonnin.com , a través del teléfono 971201028 o a través de Doctoralia.

Post escrito por:

Paloma Martínez Castañeiras

Dietista-Nutricionista N.º Colegiado IB00189

Bibliografía:

– Instituto de microecología https://microecologia.es/